La rehabilitación de cubiertas y tejados normalmente viene dada por dos motivos que son fallos en la impermeabilización y  fallos en el aislamiento.

El paso de los años afecta, de forma inevitable, a los diferentes elementos que se han utilizado durante la construcción de un edificio.

Y los elementos más castigados de cualquier edificio son aquellos que dan al exterior, especialmente las fachadas y las cubiertas del techo. Por lo tanto, a la larga, en algún momento habrá que rehabilitar la cubierta o tejado, y conviene no posponerlo si se detecta un problema, ya que a la larga se agravan y provocan otros problemas más graves como son los estructurales. Una filtración que se ha dejado mucho tiempo termina por dañar la estructura, por eso es importante mantener una buena impermeabilización, porque su función principal es la de preservar y prolongar la vida útil del edificio.